Nº 79 – En exaltación a Gaia y a la conciencia planetaria


Enigmática existencia,
la que existe en toda tu piel,
en todos tus poros,
todos tus surcos,
y toda tu brillantez.
Refugio, hogar y reserva,
belleza de mar y de tierra,
camino a ninguna parte,
colores y aromas deslumbrantes.
Vives en azules, verdes y terrosos,
de amarillo te nutres por el día,
de blanco por la luna, vestida,
de talento por el Universo, mecida.
Ilusiones que no merman,
se te vislumbra, eterna,
renovada y reluciente,
con semblante y seria meta.
De remilgada y enfadada,
no queda ya nada.
Sobria de silencio te hallas,
por el coraje y la gratitud, embriagada.
Observo tu nado,
entre la nada del cielo, he buscado,
el halo de tu precioso todo,
ese que se percibe,
embrujado.
Colmada por el vasto Universo,
con la luz de tus ancestros
y las estrellas,
que desde hace milenios,
ofrecen brillo
a tu hermoso cielo.
Gracias a tu sustento,
a que nos sacudes, cuando traviesos,
sin una pizca de respeto,
nada te devolvemos.
Gracias, desde eones de milenios,
lemurianos, atlantes y sumerios,
egipcios, romanos y griegos,
aztecas, mayas y toltecas,
persas, mongoles
y muchas otras civilizaciones,
te debemos, gratitud
por tu aire, tu agua,
tu fuego y tu suelo.
Y presiento…
Que burlones,
esos preciados estrategas,
intentan competir
con tu talento para existir.
Osados, creen poseer la sabiduría,
la inteligencia que Dios te otorgó un día,
para que la Naturaleza,
fluyera por tus venas,
ofreciéndonos imágenes de auténtica belleza,
que ahora ellos pretenden destruir.
Y a ellos,
a esos osados manipuladores,
que de absurdos se creen dioses,
que juegan con la propia evolución del hombre,
manteniéndonos oprimidos por el miedo,
cautivos de lo nocivo,
sin exclamar objeción.
A ellos les digo,
que en un tris de sabia locura,
a algunos,
a quienes nos tachan de caraduras,
decidimos no someternos más,
a las vilezas y estragos
de nuestra actual sociedad.
Nos cuelgan el cartel de locos,
de ingenuos e
improductivos soñadores,
por no desear vivir por más tiempo,
en una auténtica dictadura material,
mientras ellos crean
un estúpido mundo virtual.
En un lugar muy cercano,
casi podemos tocarlo con nuestras manos,
existe la posibilidad,
de anclarnos y volver a empezar.
Te aliento a que allí vayas,
llevando en el recuerdo,
la experiencia de lo ancestro,
de todo aquello que no debe
volver a ocurrir jamás.
Y en esta nueva tierra,
con una nueva conciencia,
esperamos tu regreso,
mientras permanecemos,
libres y enamorados,
cautivos de lo divino,
conscientes de nuestro destino
sin miedo a evolucionar.
Y concluyo…
En exaltación a Gaia
y a la conciencia planetaria,
a ellos me dirijo
con el corazón…
en la mano,
con compromiso…
firmado,
de sensatez…
enriquecidos,
por tu nuevo hogar…
agradecidos.



Mensaje: Es el momento del compromiso con el planeta y con la humanidad. Has llegado a la conciencia de la unidad, ahora sólo tienes que practicarla y transmitirla. Muévete por el planeta y por todos nosotros, somos lo mismo.