RECUERDOS - Nº 24 - El recuerdo

Vive…
el recuerdo,
el que florece,
que sin pena ni llanto,
crece y perece,
en mi corazón…
yace,
privado de pena,
cálido y sensato,
sencillo… encontrado.
Astuto…
el recuerdo,
pues ya no entristece,
que sin pena ni llanto,
crece y perece,
de mi alma…
equipaje,
erguido de calma,
libre y preso,
cauto… ignorado.
Silencioso…
el recuerdo,
pues ya no amanece,
que sin pena ni llanto,
crece y perece,
que mis sueños…
mece,
dichoso de aroma,
diestro y ufano,
estúpido… olvidado.




Mensaje: Sobre los trágicos y muchas veces indisolubles recuerdos, hay mucho que decir. Son tan impertinentes que como no seamos astutos nos obligan a sacrificar demasiados soles de nuestras terrenales vidas. Es por ello por lo que tenemos que mantenerlos a raya. Identifícalos y aprende a dejarlos morir.