Nº 16 - Secuestrada por la noche

En el silencio de la noche,
perversa como el manto del rocío
que cubre esta larga espera
en la que los recuerdos
se sacian de olvidos.
Es la penumbra que secuestra,
con su manto verde plata,
el alivio que deslumbra
la cuna de tu alborada.
En este martirio inquieto,
de cimas que ya no encuentro,
de noches de vela y tormento,
de rocíos y calumnias
como el velo de este secuestro.
Se desgasta el horizonte,
pronto al levantarme,
sedienta de tu nombre
preparada para encontrarte.
Me secuestra la noche de nuevo,
diluviando, como nunca antes
agua fría e insaciable,
que oxidada
me empapa de miedo la sangre.
No apago la sed sin tu recuerdo,
ese que cada mañana olvido,
ya no me asusta la noche,
aunque no pueda tenerte,
bajo el manto del rocío.
En el silencio de la noche,
casi ya de madrugada,
entraste como un duende,
y te metiste en mi cama.
Con tu manto verde plata,
de alivio quedo impregnada
me secuestras por la noche
y me devuelves cada mañana.
Se desgasta el horizonte,
pronto al levantarme,
sedienta de tu nombre
preparada para encontrarte.




Mensaje: Permítete renacer todos y cada uno de los días de tu vida. Renuévate cada mañana y perece cada noche, entregándote a lo más sublime de ti. Envuélvete de tus sueños, así no te perderás la otra parte de la vida. Y en esos sueños, puede que esté la respuesta.