¿Cómo utilizar el Oráculo 88?



Existen infinitas formas de dirigirnos al Universo para que éste se exprese. Como no se pueden detallar todas, voy a exponer dos, las que considero más interesantes y divertidas.

La 1ª: una forma sencilla de encontrar respuesta, sobre todo rápida, es cogiendo el libro en nuestras manos, con los ojos cerrados, nos concentramos y hacemos 3 respiraciones profundas desde el abdomen, sintiendo el pálpito de nuestro corazón. En ese momento de concentración, tenemos 2 opciones. La primera: si sabemos la pregunta, la formulamos, ya sea en voz alta o bien interiormente. La segunda: permitimos que la magia nos conduzca.
En la última exhalación, la que simbolizará el momento de nuestra conciencia con la muerte y por tanto la toma de contacto con el alma, formularemos la pregunta, si hemos escogido la primera opción.
Directamente, abriremos al azar el libro si hemos escogido la segunda.
Nuestra vista se dirigirá, bien hacia el folio de la izquierda o bien hacia el de la derecha, permitamos que la mirada nos conduzca y ahí donde se pose, tendremos la respuesta. Esta no sólo está en la frase o párrafo en el que hemos caído, sino en todo el mensaje. Con el conocimiento de que debemos hacer ahínco en el significado de lo primero que nuestros ojos han leído.

La 2ª: esta forma de uso del oráculo es más divertida. La podemos utilizar cuando el Universo nos provoque o bien provocando nosotros al Universo. En el primer caso, podemos sentir que el Universo nos provoca cuando estando sumergidos en nuestro día a día y de lleno en algún problema, aparezca ante nuestros ojos un número o serie de números que extrañamente llamen nuestra atención. Puede ser un teléfono, un código postal, el número del turno, una matrícula, etc… al hacernos conscientes de que el Universo nos quiere informar a través de ese número o conjunto de números que está llamando nuestra atención, sin motivo, vamos a proceder a anotarlos y a sumar cada dígito, hasta reducirlo a una sola cifra. Iremos directamente al número de mensaje, cuando éste se encuentre entre el 1 y el 88.
Los números siguientes no se reducirán:
10, 11, 12, 13, 22, 33, 44, 55, 66, 77 y 88
Tanto estos, como los números 1, 5 y 7, contienen mensajes extramágicos y están especialmente reseñados.
Por ejemplo: el número que ha llegado a nosotros es: 5978412698
Lo reducimos de la siguiente manera:
5 + 9 + 7 + 8 + 4 + 1 + 2 + 6 + 9 +8 = 59
Continuamos reduciendo, ya que esta cifra no se encuentra entre las excepciones:
5 + 9 = 14; 1 + 4 = 5
La numerología que nos conduce al mensaje que precisamos está en el 59, 14 y 5, en orden inverso.
Consultaremos el oráculo, de acuerdo con el camino a seguir que hemos obtenido: en primer lugar mensaje nº5. Cumplidos 14 días, leeremos el siguiente, que será el nº14 y pasado 59 días, leeremos el nº59. Es importante que en el tiempo que dura la consulta, evidentemente se realice un trabajo personal con el mensaje obtenido, aunque parezca que no entendamos nada, no olvidemos que son para el alma, la mente puede estar obstaculizando. Entrégate a la confianza y no hagas trampas, si lo revisas antes de tiempo, puede perder todo el sentido. Cuando lleguemos al último mensaje, dedicaremos una especial atención a aquello que se repite en cada uno de los mensajes. Ahí, dirigiéndonos hacia esa reiteración que nos ha llegado, encontraremos la forma de liberarnos.
Si al reducir los números, damos con una cifra que se encuentre entre las excepciones, habremos dado con un mensaje extramágico, tomando conciencia de que nuestra vida está a un paso de dar un precioso giro hacia la sublimación. Enhorabuena.
Este mismo sistema lo podemos utilizar, provocando nosotros conscientemente al Universo y solicitándole que desde el instante en el que nos encontramos, nos muestre un cifra reveladora que nos aporte el mensaje que precisamos, para el momento que estamos intentando superar. La cifra nos puede llegar del mil maneras distintas, solamente tenemos que estar atentos. Desde el momento que se hace la petición, nos fijaremos en cómo nos puede llegar la información. Bien sea a través de la matrícula del coche que tenemos delante, el número de la portería que estamos cruzando, el número de la primera persona que llame a nuestro teléfono, el resguardo o registro de un documento, en un anuncio publicitario, etc…

OPINIONES

Sólo sé que soy una gran amante, una gran amante de la verdad, una buscadora de la sabiduría, que cada día se sorprende por la magia de la vida.
Esa amante que yo soy, se identifica gratamente con la descripción que el autor sufí Anwari hace en su precioso poema:

“Si ser amante es ser poeta, yo soy poeta;
Si ser poeta es ser mago, yo soy mago;
Si ser mago es ser vilipendiado,
yo puedo ser vilipendiado;
Si ser vilipendiado es ser detestado por los hombres de mundo,
estoy contento de serlo.
Ser detestado por los hombres de mundo,
es casi siempre ser
amante de la verdadera realidad.
¡Yo afirmo que soy un Amante!

Y como amante digo… Yo Soy Agua, pero tampoco, porque mis palabras brotan desde un mar de fuego. De la tierra soy semilla, pero camino como el aire que mece mis sueños, arrullándome como un delicado recién nacido. Así, en sutil me convierto, amante de todo lo cierto.
Y al conocer la esencia de esta semilla, me animo, pues sé que de esta temprana conciencia de lo que es un trueno y un escarmiento, regurgito, espectaculares olas, que nutren corazones hambrientos.
Medito, sobre esto y otras muchas ocasiones, en las que similares versiones de huracanes perfumados, germinaron, corazones nobles y mentes libres, sin por ello aparentar consternados. Puedo vislumbrar un atisbo de reales dudas, aún así y a pesar de ello, no cabe duda, que esta semilla, resucita todo corazón sediento.