¿Cómo utilizar el Oráculo 88?



Existen infinitas formas de dirigirnos al Universo para que éste se exprese. Como no se pueden detallar todas, voy a exponer dos, las que considero más interesantes y divertidas.

La 1ª: una forma sencilla de encontrar respuesta, sobre todo rápida, es cogiendo el libro en nuestras manos, con los ojos cerrados, nos concentramos y hacemos 3 respiraciones profundas desde el abdomen, sintiendo el pálpito de nuestro corazón. En ese momento de concentración, tenemos 2 opciones. La primera: si sabemos la pregunta, la formulamos, ya sea en voz alta o bien interiormente. La segunda: permitimos que la magia nos conduzca.
En la última exhalación, la que simbolizará el momento de nuestra conciencia con la muerte y por tanto la toma de contacto con el alma, formularemos la pregunta, si hemos escogido la primera opción.
Directamente, abriremos al azar el libro si hemos escogido la segunda.
Nuestra vista se dirigirá, bien hacia el folio de la izquierda o bien hacia el de la derecha, permitamos que la mirada nos conduzca y ahí donde se pose, tendremos la respuesta. Esta no sólo está en la frase o párrafo en el que hemos caído, sino en todo el mensaje. Con el conocimiento de que debemos hacer ahínco en el significado de lo primero que nuestros ojos han leído.

La 2ª: esta forma de uso del oráculo es más divertida. La podemos utilizar cuando el Universo nos provoque o bien provocando nosotros al Universo. En el primer caso, podemos sentir que el Universo nos provoca cuando estando sumergidos en nuestro día a día y de lleno en algún problema, aparezca ante nuestros ojos un número o serie de números que extrañamente llamen nuestra atención. Puede ser un teléfono, un código postal, el número del turno, una matrícula, etc… al hacernos conscientes de que el Universo nos quiere informar a través de ese número o conjunto de números que está llamando nuestra atención, sin motivo, vamos a proceder a anotarlos y a sumar cada dígito, hasta reducirlo a una sola cifra. Iremos directamente al número de mensaje, cuando éste se encuentre entre el 1 y el 88.
Los números siguientes no se reducirán:
10, 11, 12, 13, 22, 33, 44, 55, 66, 77 y 88
Tanto estos, como los números 1, 5 y 7, contienen mensajes extramágicos y están especialmente reseñados.
Por ejemplo: el número que ha llegado a nosotros es: 5978412698
Lo reducimos de la siguiente manera:
5 + 9 + 7 + 8 + 4 + 1 + 2 + 6 + 9 +8 = 59
Continuamos reduciendo, ya que esta cifra no se encuentra entre las excepciones:
5 + 9 = 14; 1 + 4 = 5
La numerología que nos conduce al mensaje que precisamos está en el 59, 14 y 5, en orden inverso.
Consultaremos el oráculo, de acuerdo con el camino a seguir que hemos obtenido: en primer lugar mensaje nº5. Cumplidos 14 días, leeremos el siguiente, que será el nº14 y pasado 59 días, leeremos el nº59. Es importante que en el tiempo que dura la consulta, evidentemente se realice un trabajo personal con el mensaje obtenido, aunque parezca que no entendamos nada, no olvidemos que son para el alma, la mente puede estar obstaculizando. Entrégate a la confianza y no hagas trampas, si lo revisas antes de tiempo, puede perder todo el sentido. Cuando lleguemos al último mensaje, dedicaremos una especial atención a aquello que se repite en cada uno de los mensajes. Ahí, dirigiéndonos hacia esa reiteración que nos ha llegado, encontraremos la forma de liberarnos.
Si al reducir los números, damos con una cifra que se encuentre entre las excepciones, habremos dado con un mensaje extramágico, tomando conciencia de que nuestra vida está a un paso de dar un precioso giro hacia la sublimación. Enhorabuena.
Este mismo sistema lo podemos utilizar, provocando nosotros conscientemente al Universo y solicitándole que desde el instante en el que nos encontramos, nos muestre un cifra reveladora que nos aporte el mensaje que precisamos, para el momento que estamos intentando superar. La cifra nos puede llegar del mil maneras distintas, solamente tenemos que estar atentos. Desde el momento que se hace la petición, nos fijaremos en cómo nos puede llegar la información. Bien sea a través de la matrícula del coche que tenemos delante, el número de la portería que estamos cruzando, el número de la primera persona que llame a nuestro teléfono, el resguardo o registro de un documento, en un anuncio publicitario, etc…

OPINIONES

Sólo sé que soy una gran amante, una gran amante de la verdad, una buscadora de la sabiduría, que cada día se sorprende por la magia de la vida.
Esa amante que yo soy, se identifica gratamente con la descripción que el autor sufí Anwari hace en su precioso poema:

“Si ser amante es ser poeta, yo soy poeta;
Si ser poeta es ser mago, yo soy mago;
Si ser mago es ser vilipendiado,
yo puedo ser vilipendiado;
Si ser vilipendiado es ser detestado por los hombres de mundo,
estoy contento de serlo.
Ser detestado por los hombres de mundo,
es casi siempre ser
amante de la verdadera realidad.
¡Yo afirmo que soy un Amante!

Y como amante digo… Yo Soy Agua, pero tampoco, porque mis palabras brotan desde un mar de fuego. De la tierra soy semilla, pero camino como el aire que mece mis sueños, arrullándome como un delicado recién nacido. Así, en sutil me convierto, amante de todo lo cierto.
Y al conocer la esencia de esta semilla, me animo, pues sé que de esta temprana conciencia de lo que es un trueno y un escarmiento, regurgito, espectaculares olas, que nutren corazones hambrientos.
Medito, sobre esto y otras muchas ocasiones, en las que similares versiones de huracanes perfumados, germinaron, corazones nobles y mentes libres, sin por ello aparentar consternados. Puedo vislumbrar un atisbo de reales dudas, aún así y a pesar de ello, no cabe duda, que esta semilla, resucita todo corazón sediento.

Nº1 – Yo Soy Agua

El Nº1: Cabeza vs Corazón: Alma


Yo Soy Agua
que habla con palabras de fuego
de la tierra semilla
que como aire camina…
Pues, yo que soy agua
atenazo mi corazón
que renace de entre las brasas,
sabiendo que soy agua,
que fluye en una tierra de vergeles y olivos
en la que los olvidos
fue lo mejor que ocurrió.
Pues, yo, que sé que soy agua
mecida entre nubes y estrellas
que renacida tras izar el vuelo… me esfumé.
Mientras, no dejo de ser agua,
agua clara, caudalosa y clara.
Agua que se filtra, entre las rocas
y cae del cielo apagando el fuego
permitiéndome Ser…



Mensaje: En contacto profundo con la naturaleza de nuestro Universo, encontrarás la paz que precisas en este momento. Detente y respira. Conéctate con tus sentimientos y comienza a descubrir tu propia naturaleza.
Búscate. Conócete. Es prioritario.

ESCENARIO 1 - Desde el Mar

La inspiración…

Con los pies llenos de arena, el salitre apelmazado en mi piel bronceada, camino, despacio, observando cómo mis huellas quedan atrapadas por unos segundos, hasta que una descarada ola se las lleva, para borrar mi paso por este curioso paraíso. Aún así, no consigo detenerme, es esa energía que fluye y se transforma de repente en un ánimo inusitado por dejar fluir las ideas que se agolpan en mi mente. Es algo singular que me ocurre a menudo y que mantiene su efervescencia cuando camino descalza, humedeciendo mis pies en esa espuma blanca que burbujea constantemente, colmándome de tranquilidad, provocándome un peculiar estado de clarividencia. Puedo ver las imágenes y palpar los sentimientos…

Los temores…

Tengo que aprender a amar la soledad de las palabras. De estos textos que revierten entre el silencio de las paredes de mi habitación. Donde paso horas de intimidad, con ellos y conmigo misma. Es aquí donde transformo y doy forma a esos pensamientos que transcurren tan rápidos y al mismo tiempo tan lentos, lo suficiente para ser saboreados en su justa medida. Tengo que aprender a respetar el temor a la imaginación y a esos textos que reprimo plasmar por miedo a mostrar la realidad. Tengo que aprender a volar para poder expresar lo que se ve desde allá arriba. Donde la amplitud de los sentidos, sentimientos y emociones se diversifica hasta alcanzar cotas inimaginables. Donde se puede palpar la libertad de pensamiento. Allí donde la conciencia se nutre de todo conocimiento. El justo y el suficiente, para después ser plasmado sin coraza, tampoco con excesivo empeño, pero si con esfuerzo. A éste es al único al que no tengo miedo.
Tengo que aprender tantas cosas…

Trilogía Empírica...

Es esta una trilogía empírica de poemas animados por el murmullo de esas olas que siempre me acompañan y que me transportan desde las profundidades del océano a las alturas del cielo. Guiándome por el azul más intenso que uno pueda imaginar. Ese azul que palidece o se intensifica según el tono de mi mirada. Apartando esas inoportunas nubes que en ocasiones no me dejan gozar del verdadero color.

Azul dulce y agrio que en ocasiones calla… pero que también habla…

Con dolor… de Sensaciones y … Recuerdos…

CON DOLOR - Nº2 - Lágrimas

Rojo sangre y fuego,
mezclado de sudor,
lágrimas, sin consuelo.
Aparté el mechón que cubría
la herida arrebatada,
acaricié sensata esa…
tu mugrienta mirada.
Sentí palpitar mi corazón,
se enhebró entonces
la aguja de la sinrazón.
Vil cortesano, infame y descarado,
banal amor tejido
entre los muros del lamento.
Cáliz ensordecedor que mira atrás,
sin poder despertar
de ese perturbador recuerdo.
Viaje al límite del horizonte,
donde se curva la faz
aún no conforme,
por disimular tanta desdicha,
en esta simulada calma
ahora marchita.
Lágrimas de perdón y ruego,
de tormento y duelo.
Lágrimas que no ayudan a purificar mi alma,
que aparecen de nuevo con cada mirada.
No más lágrimas…
lo ruego.




Mensajes: Son saladas. Si, lo son, también son amargas y por eso no son menos las lágrimas que salen del corazón. Permítete alcanzar la profundidad de tu abismo y renace de tus propias cenizas.

Nº3 - Insistencia

Una daga atravesó mi mente,
lo adiviné en tu mirada.
Escuché en mi alma latente,
la agonía que la quebraba.
Fui sincero y cándido,
recibí silencio y desprecio.
Amagué mi semblante pálido,
por no parecer necio.
El dolor rasgó mi entereza,
lloré sangre y lágrimas,
descansé tu amarga belleza,
en tu dura y fría almohada.
En la sombra me cobijo,
dando rienda a mis anhelos,
mientras suspiro aún percibo,
los destellos de tu cabello.





Mensaje: Flagrante designio el no poder tenerl@. Nadie es dueño de nadie. Libera las ataduras. No seas tan posesiv@ y ama. Como dijo Francisco José de Goya: El sueño de la razón produce monstruos.

Nº4 - Incomprensión

Desperté de madrugada,
observé los veleros cruzar.
Sobre un azul que embrujaba,
desde tierra hasta ultramar.
Percibí en la lontananza,
un grito de desesperación.
Supe de tu destemplanza,
de tu amargura y sinrazón.
Acudí a tu llamada,
clamabas amor y tesón.
Zurcí en vano una pluma,
con tu nombre y un corazón.
Volví de nuevo la mirada,
huyendo de tu devenir.
Calmé mi alma ignorada,
por no volver a sufrir.
En el cielo dibujaré,
una rosa color púrpura.
Cuando la mires sabré,
si es cierta tu amargura.
Aumenta el dolor del alma,
la nostalgia caducada.
Un leve roce de ternura,
aparece hoy en tu cara.
Sensación que no dura…
se esfuma perturbada.
Canto sereno y dolido,
soneto de culpa y temor.
Espero cándida y perdida,
a que se marchite tu dolor.
Acudí a tu llamada,
clamabas amor y tesón.
Zurcí en vano una pluma,
con tu nombre y un corazón.
En el cielo dibujaré,
una rosa color púrpura.
Cuando la mires sabré,
si es cierta tu amargura.




Mensaje: Huye de mezquindades, nunca te harán feliz. Amar es sinónimo de libertad. Identifica el chantaje emocional.
Nuestra mayor gloria no está en no haber caído nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos (Oliver Goldsmith).

Nº5 - Lamento

El Número 5: El Maestro. Representa el cuerpo físico


Revierte el sonido que retumba en mis venas
y reclama pasión a gritos desesperados.
No sé cuánto tiempo más podré resistir.
Dejo que las profundas notas del ocaso,
fluyan desde el suburbio de mí Ser,
hasta alcanzar mi herido corazón.
No concibo en estos momentos gratitud alguna,
la perversión de mi pereza y de mi injusta tristeza,
aflige hasta los pétalos del recuerdo.
Sereno mi mente y exijo un letargo,
el descanso del dolor.
Siento meticuloso tu aliento,
frágil, incierto,
en un último intento
por penetrar en el refugio,
en el que conservo las débiles estrellas,
esas que un día me brindaste
y que ahora en un tris de esfumarse,
luchan con desesperación
por no quemar la última chispa,
el suspiro final.




Mensaje: Es un momento para sumergirse en las profundidades de uno mismo, alcanzarlas sin miedo e identificar los verdaderos deseos. Que tu cuerpo sea el reflejo de tu espíritu.

Nº 6 – Herida en el alma

Serena el viento que arrecia la mañana,
en un suculento estambre de flores,
de aromas polvorientos,
de colores vivos como pétalos.
Me lamento en mi herida,
pues, separada de ti me siento,
por millones de abejas fulgurantes,
que despiden con fuerza toda la lumbre,
hasta que sucumba errante,
en ese cielo que me pintaste.
Y sostengo,
el fuego entre mis manos dulces,
de amor desesperadas,
de caricias anheladas,
de tu cálida y hostil mirada.
Pues presiento,
presiento que he muerto,
pero no es así,
lo sé,
sé lo suficiente como para no dejarme morir.
Por ti, por ese favor de tu boca,
por esa mirada rota,
elocuente,
que mancillada y errante,
se presiente,
vulnerable y loca,
ardiente,
cual sólida roca.
Eclipsada,
por la marea desenterrada,
empecinada,
eternamente sola.




Mensaje: Es gracias a las heridas del alma, como podemos levantarnos de nuevo completamente renovados. Es necesario para ello vivir profundamente esa herida. Después todo empieza de nuevo y nos desapegamos del dolor que nos causó y observamos simplemente la cicatriz que quedó. Y como dijo C.K. Anthony: Sólo cuando el ser humano puede estar solo encuentra la unidad con los demás.

Nº7 – El mensaje de tus ojos

El Número 7: Plataforma de elevación. Aura


En el negro de tus ojos,
me sentí cercana a ti
observando estremecida,
aquello que no te dejaba vivir.
Bailamos encogidos,
entre las hojas mecidos,
entre los arcos de la ceguera,
anulados por el dolor y la pena.
En ese negro de tus ojos,
concreté mis pensamientos,
concentré todas mis fuerzas…
…y en esa mirada incierta,
me devolviste cada día,
todas y cada una de tus penas.
Lloré con fuerza y saña,
me hirvió mi sangre canela,
deambulé entre gritos,
estremecida por tanta pena.
Más ya no podía,
soportar ni un instante,
ese negro de tus ojos,
vacíos de amor…
…y llenos de tristeza.
Y grito: no renuncio.
Me calcé mis tacones de orgullo,
me solté la cabellera,
me hice una curiosa trenza,
con los restos de tu escopeta.
En vestido de volantes,
aparecí ante tus ojos negros
de munición anulados,
suplicantes de consuelo.
Te canté al oído,
te acaricié ese corazón dolido,
te dediqué enamorada
ésta mi canción de la esperanza.
En el negro de tus ojos,
me sentí cercana a ti,
observando estremecida,
aquello que renacía de ti.
Con mi vestido de volantes,
mis tacones, mi trenza y mi coraje
pude cantarte una vez y otra
hasta que resucitaste.
El orgullo de mis tacones,
vibraron ante la sonrisa
de esa mágica caricia
que un nuevo día me brindaste.
Se desató la pasión,
se encumbraron nuestros deseos,
al encontrar de nuevo,
tus verdaderos ojos negros.
Ora ya resucitado,
con un pincel de plata,
me escribes en tus labios…
Es, entre tus ojos y los míos,
donde queda nuestro amor cautivo
y ahora…
escondido en la luz de mi vida,
permanezco cada día,
hasta que se me erice la piel de nuevo,
al tocar con mis propios dedos,
el aroma de tu cabello.




Mensaje: Busca el verdadero amor en los ojos de tu pareja, conéctate con su alma. Miraros y descubrir la verdad de esa relación, no viváis en la superficie de la vida, profundizar en vuestros corazones y unirlos, ahí encontrareis el sentido de vuestro encuentro en esta vida.

Nº8 - Sereno dolor

Vi tu dulce música,
escuché tu suave mirada,
palpé tu voz y el deseo,
de tu faz enamorada.
Caminabas sobre el azul del cielo,
respirabas luces y destellos,
aprendías del murmullo,
de las aguas de tu silencio.
Fue grácil tu danzar,
de tu nado me prodigo,
delicado tu cantar,
el recuerdo mi escondrijo.
Adiviné tu estampa…
entre las olas del mar,
limpié mi alma con espuma blanca,
para poderte olvidar.
Sin ti no volverá…
ni el sonido ni la luz.
No sé si resistiré…
el peso de esta cruz.




Mensaje: Es labor difícil desprenderse de una profunda herida de muerte, pero no imposible. Acepta los designios. Encuentra tu verdadera estampa y no temas mostrarla. Date cuenta que desea salir. Pregúntate porqué aún hoy sigues aferrada a esa cruz.

Nº9 – En extremo

Levanté la mirada…
enturbiada por el fuego de mis sombras.
Distinguí un palpitante astro,
del que se desprendían
fulgurantes estrellas.
Dibujé tu nombre ausente,
sobre una alfombra de arena.
Hasta que el agua salada
alejó la marea.
Me desgarra el dolor
que cubre mi lamento.
Escondí mi tesoro
en las profundidades de mi pena.
Decidí caminar
en un mundo de amnesia.
Hasta poder reparar
las heridas de esta trágica dolencia.




Mensaje: Si permites que el dolor se adueñe de tu alma, necesitarás milenios para repararla. No sucumbas. Sal de la amnesia, vive la vida consciente de tus verdaderas intenciones. Enfréntate a eso que te mantiene en la oscuridad de los extremos.

Nº10 - Esclava

El Número 10: Todo o Nada. El Cuerpo Radiante


Sentí que estaba muerta,
que me estaba muriendo,
que me dejaba el alma,
en un largo sin vivir.
Y quise seguir sintiendo.
Fue así como me uní a mi sentir.
Escuché una voz ahí adentro,
que decía…
No encuentro salida
para este temor absurdo,
a no sé que vida…,
desmontada y vacía,
plena de artilugios
sin fuerza ni carisma,
plena de trastos y dolor.
Percibí que…
Privada de dicha,
escuálida, dócil y languidecida,
peregrina de la maravilla
que es la brisa salina,
la dorada arena cálida,
que a un tris de velarse por los años andina,
se cruzó en mi casa
la sombra de aquello que nunca existió.
Y entonces me alerto..
de repente recuerdo
la falsa maleta,
el falso combustible,
el falso temor a lo irascible,
el falso camino hacia lo imposible…
Y pienso…
En ocasiones, puedo ver,
en otras sólo atender,
soy y dejo de ser.
Es el género humano,
somos perecederos,
nacemos de nuevo,
nos ocultamos,
resplandecemos,
escuchamos y no oímos,
abrimos la puerta a enemigos,
la cerramos a los olvidos
y así una y otra vez,
sin detenernos a esperar,
a veces sin aprender.
Recapacito…
Así es el hombre,
dichoso, cautivo,
amante de lo nocivo,
enamoradizo, de sueños y nostalgias,
con el pasado, enchido de añoranza.
Morimos sedientos,
volvemos casi sin aliento
para sumergirnos de nuevo,
en lacerantes duelos,
sitiados de equipaje,
minados de recuerdos,
anclados en lo viejo,
hasta reventar el alma
y empezar de nuevo.
Es entonces cuando decimos,
pero si no se caminar…,
soy pequeño y enjuto,
no tengo donde agarrarme,
doy tres pasos y me caigo,
tengo que volver a levantarme.
Y lo hago…
Me levanto dichosa,
con guisa y sin sorna,
con olvidado desmayo,
con irreverente cautela,
con la mochila desvencijada de pena…
Que alivio digo yo…
Si ahora tengo lo que necesito,
sé que siento, me elevo y olvido,
que este es mi camino,
ese que siempre añoré.
Ahora…
Me abruma la calma del horizonte,
con la arena conforme bajo mis pies.
Con el agua salpicando mis venas,
sin por ello languidecer.
Y predico…
No soy así si no llega a ser por mi,
por el amor que me tengo,
porque el temor quedó muerto,
de aquello que fui.
Y así, con mucho amor,
Renací.





Mensaje: Es el momento de morir como lo que fuimos. No se trata de una muerte física, se trata de descubrir que tras esa nada que queda, existe un todo. Despójate del caparazón y cruza la puerta, que todos puedan deleitarse con la luz que empiezas a desprender. Dale muerte al dolor.

Nº11 - Orgullo

El Número 11: El Gurú

No permitas que tu orgullo te ofenda
o te inculque la bajeza del ser humano,
hasta el amanecer de los días venideros,
en los que el perfil de las sombras que te cobijan
caigan de su talento amargo y siniestro.
Tú, coraza de amargura,
incapaz de detener el tesón
de tu fugaz marinero
ese que se halla sin barco y sin corazón,
luchando entre las tinieblas duras,
sutiles, triviales y sin razón.
No permitas que tu orgullo te ofenda
o te prive de la humildad del perdón,
hasta el amanecer de los días venideros,
en los que el perfil de las sombras que te cobijan,
caigan de su talento estúpido y decrépito.
Tú, deshazte de la coraza,
convierte en capaz el tesón
de tu mágico marinero,
ese que en un hermoso barco y sin desesperación,
cesa la lucha, escapa de las tinieblas,
se sumerge en la magia
de todo humilde corazón.




Mensaje: La mente es traicionera, puede ser insistente y obsesionarse, recurriendo al pasado, eso es orgullo. Ahora ya no hay motivo para seguir alimentándolo, eres consciente de que, eso, puedes cambiarlo. Sólo depende de que te comprometas contigo. No permitas que el orgullo se adueñe de tu vida. Perdona y serás perdonado.

Nº12 – Soñé

El Número 12: Perfección de dominio.


Soñé con un mar abatido de olas,
carente de equipaje,
sin vuelta ni regreso posible,
sin fuerza ni coraje visible.
Yo que soñé…
Soñé de nuevo con mi desdicha,
para embarcarme con prisas
sin detener la sinrazón,
sin ocultar el dolor que causa el anhelo,
lejano del alcance de mi mano
que me prolonga en un sin vivir.
Yo que soñé…
Arisca,
llena de rabia, de fuerza, de energía,
que suave y terca acaricia
mi siniestra mejilla,
adorado horizonte de placer.
Soñé…
Soñé con él
y no pude por más que dejar de soñar,
hasta conseguir encontrar
la clave de mi sensatez.
Y soñé…




Mensaje: La intensidad de tu amor es directamente proporcional a tu locura. Todo es más saludable en su justa medida. No proyectes tu felicidad fuera, encuéntrala dentro. No cedas tu poder personal a nada ni nadie para sentirte plena. No encontrarás la pareja ideal mientras no seas capaz de amar sin exigencias. En caso contrario, siempre estarás soñando en algo mejor, cuando lo mejor ya lo tienes a tu lado, sólo tienes que aprender a aceptarl@.

Nº13 - Luz

El Número 13: El velo puede retirarse. Aparece el Maestro.

Flamante luz que invades,
con toda fuerza otros valles,
caminas y corres en balde,
escondida entre las calles.
Luz fugitiva que huyes,
que te llaman y no acudes,
haces sordos los azules,
dolidos ojos que te aluden.
Flamante luz que con orgullo,
reflejas lo más íntimo y profundo,
destierra de este mundo,
mi yo más vil y absurdo.
Luz, te abro una ventana,
para dejar de ser por ti ignorada,
recojo tu brillo y tu cuna
y te conecto a mi alma.
Flamante luz que invades,
con toda fuerza mi valle,
camino y corro humilde,
sin otras necesidades.



Mensaje: Sentencia la mano que oculta la luz, no permitas a la sombra nublar tu belleza. Ilumínate. Apártate de quienes no te quieren bien. Sabes muy bien lo que te conviene. No dudes y sal de ahí. Invádete de luz.

SENSACIONES - Nº14 - Oleaje

Cierro los ojos y escucho:
Tu murmullo lento, tu bravura suave,
tu oleaje…
de vértigo.
Abro los sentidos al viento:
Tu sonido latente, tu fuerza palpitante,
tu oleaje…
deslumbrante.
Noto el dulce roce de la brisa:
Que me sonríe perpleja,
sin exclamar una queja,
tu oleaje…
embriagador.
La humedad en mis venas:
El desgaste de la razón,
que no dirime condición,
tu oleaje…
salvaje.
Cierro los ojos y escucho…
Tu versátil movimiento,
tu caminar rápido y a veces tan lento
Tu oleaje…
me cierne…
me subyuga…
me calma…
y me abruma.



Mensaje: Es este tu gran momento, no dudes ni un ápice. Atrévete a materializar ese deseo profundo. Estás preparad@.

Nº15 - Incapaz

Incapaz…
Incapaz de razonar me siento.
Siento ese murmullo,
que aparece tras la sombra de la bruma.
La bruma que no se desvanece
pese al intento.
Intento estar atenta
a ese viento firme
que despeje mi memoria.
Memoria para reconocer,
para recordar tu gentil morada.
Morada frágil
que se esconde entre la urbe.
La urbe del lamento,
donde no se puede discernir.
Discernir entre las densas ramas
que me ocultan el paso.
Paso firme,
inquietante, febril, agotado…
Agotado por la falta de destreza.
Destreza que se muestra ausente
porque ha muerto.
Ha muerto,
murió en el intento,
sintiéndose incapaz.
Incapaz…


Mensaje: Deshazte del grave suplicio del fracaso, en realidad no existe. El éxito tampoco. Lo único que existe es el juicio que le pongas a la experiencia. Todo es relativo. Recuérdalo. Aún cuando sientas que ya no puedes, que todo se ha derrumbado y que no lo conseguirás, levántate, mira al frente y cree en ti para volver a caminar. Vive la “derrota” como una experiencia de superación.

Nº 16 - Secuestrada por la noche

En el silencio de la noche,
perversa como el manto del rocío
que cubre esta larga espera
en la que los recuerdos
se sacian de olvidos.
Es la penumbra que secuestra,
con su manto verde plata,
el alivio que deslumbra
la cuna de tu alborada.
En este martirio inquieto,
de cimas que ya no encuentro,
de noches de vela y tormento,
de rocíos y calumnias
como el velo de este secuestro.
Se desgasta el horizonte,
pronto al levantarme,
sedienta de tu nombre
preparada para encontrarte.
Me secuestra la noche de nuevo,
diluviando, como nunca antes
agua fría e insaciable,
que oxidada
me empapa de miedo la sangre.
No apago la sed sin tu recuerdo,
ese que cada mañana olvido,
ya no me asusta la noche,
aunque no pueda tenerte,
bajo el manto del rocío.
En el silencio de la noche,
casi ya de madrugada,
entraste como un duende,
y te metiste en mi cama.
Con tu manto verde plata,
de alivio quedo impregnada
me secuestras por la noche
y me devuelves cada mañana.
Se desgasta el horizonte,
pronto al levantarme,
sedienta de tu nombre
preparada para encontrarte.




Mensaje: Permítete renacer todos y cada uno de los días de tu vida. Renuévate cada mañana y perece cada noche, entregándote a lo más sublime de ti. Envuélvete de tus sueños, así no te perderás la otra parte de la vida. Y en esos sueños, puede que esté la respuesta.

Nº 17 - Ese cielo


Es el vacío de tu luna,
clamo lucha, clamo al cielo.
Ese azul que no me escucha,
miro al mar y miro al cielo.
Me parece una locura,
cantarle al viento, cantarle al cielo.
Reclamo a mi vida cordura,
bailo su música y le bailo al cielo.
Es el roce de tu brisa,
reconozco esa risa,
reconozco ese cielo.
Ese caminar sereno,
aviva la llama…
la pasión de mi cielo.




Mensaje: Los que se fueron están en el cielo y en nuestro corazón, si quedamos en paz con ellos. Siéntelo. Acepta la muerte, acepta la transformación. Lleva a tus seres queridos en el corazón, no los lleves sujetos por tus incontroladas emociones. Ellos quieren ser libres y tú también. No te aferres a dolorosos recuerdos que no puedes cambiar.

Nº 18 - El arte de amar

Prometo, nido o morada.
Arremeto, con fuerza y saña.
Cometo, vanidad insana.
Someto, a duelo mi alma.
Silencio…
no escucho el viento.
Necio…
si te miento.
Admiro,
tu belleza y bonanza.
Admito,
algo de arrogancia.
Cautivo,
de tu voz y tu danza.
Respiro,
la sed de tu templanza.
No cejo,
en mi empeño.
Ni dejo,
agotar el leño.
Rezo,
a quien es mi dueño.
Y le mezo…
en todos mis sueños.




Mensaje: Es amar realmente un arte, no siempre ama quien dice que te quiere. ¿Pregúntate cuanto amor hay en ti? Seguro que te sobra. Entonces porque haces restricciones… No pases hambre.

Nº 19 – Lo que encierro

Te miro,
entonces pienso.
Me miras,
te apetece,
es intenso.
Paso ante ti,
te conmueves,
está claro,
me estremeces.
Te vuelvo a mirar,
sólo siento,
enloquezco,
me apetece,
es intenso.
Pasas ante mí,
lo presiento,
está claro,
nos miramos,
es inmenso.

Pues cada vez que me pongo a pensar y te miro, siento que sin ti nunca nada será lo mismo. Cada vez que tus ojos azorados me miran, me apetece, todo se torna más y más intenso. Nada es por pura coincidencia. Está claro lo que debo hacer. No volver a mirar atrás. Cuando pienso, se hace evidente. El entusiasmo se apodera de mí. Ya nada es lo mismo, nada es igual. Ahora me purifico todos los días. Cada vez que te cruzas en mi camino, olvido las horas perdidas en aquel lugar oscuro al que nunca regresaré. Cada vez doy un paso más hacia el equilibrio, reconociendo la armonía. Siento como la tranquilidad me invade, ya no tiemblo, ni siento escalofríos. Porque no tengo miedo. Consigo percibir el perfume de la primavera. Mi ánimo no desfallece, pues sé que todo esfuerzo tiene su justa recompensa. Nunca nada podrá ser peor que el día anterior. Porque cada vez tengo más claro cuál es mi camino…




Mensaje: Gozar de tranquilidad de espíritu es poder palpar la relatividad de la vida. Estar en armonía con nuestra alma, nos fortalece y otorga la seguridad necesaria para caminar de forma ascendente en esta vida. Siéntela, siéntete, siéntele, sois UNO.

Nº 20 - Oculto

Una suave brisa mecía,
mi ilusión y la esperanza,
mientras la lluvia caía,
dejando oculta tu danza.
Distinguí la luna a lo lejos,
me habló con cordura:
Deberás podar los setos,
que ocultan tu locura.
Corté con bravura las ramas,
dejando desnuda la valla…
Penetró la luz que mi amada,
desprende con toda saña.
Se iluminó mi rostro de ti
y todo lo que en el corazón guardo.
En mi frágil alma sentí,
el calor de tu dulce abrazo.




Mensaje: Es un acto de valentía retirar el opaco velo que oculta la verdad. No sigas engañándote. Sé valiente. Sé tú. Quien te ame que te ame a ti y no al personaje que no te has inventado para ser más aceptad@ en tu entorno.

Nº 21 - Victoria

Silencio que no consigue calmar,
la tristeza que me embarga.
Inquietante oleaje,
siniestro,
que sacrifica una risa,
una caricia
y hasta un beso,
para regodearse en el dolor
de esa triste
y dura victoria del vencedor.
Exijo de nuevo
el cáliz de tu boca,
de tu aliento firme,
sereno,
sabio y sediento,
que me permite olvidar
para poder expresar
con libertad de pensamiento,
la lucha imberbe
de esta cruda batalla.




Mensaje: La verdadera Victoria permanece en el cese de la lucha, en el sabio desarme, en la aniquilación del camino del ego, en la página posterior. En esa, en la que no queda rastro de batalla.
Esa es tu Victoria. Sal de la herida. Entrégate. No queda otra.

Nº22 – Tu Canto

Oí tu canto…
tan claro y sencillo.
Percibí tu encanto…
tu luz y tu brillo.
Vacilé entre tanto…
coraje y cariño.
Estreché tu manto…
percibí el alivio.
Cesó mi llanto...





Mensaje: Surgir de las profundidades, es renacer a un nuevo mundo. Es el gran momento de la transformación. Alúmbrate a ti mism@ a través de la conexión con tu padre. Siente la protección del padre. Entrégate al espíritu, tendrás una visión clara de ti mism@, reconcíliate con tu origen.

Nº23 - Soñando

Soñando con la arena…
no he podido dormir,
ni el polvo estelar palpar…
No he podido conseguir,
el valor para amar.
Soñando con la arena…
he conseguido reprimir,
el llanto a mi pesar.
He podido exprimir,
la marea hasta cesar…
Soñando con la arena…
he podido descubrir,
la tranquilidad encontrar,
he podido esgrimir,
el tiempo y cantar.
Soñando con la arena…
he podido advertir,
la cercanía del mar.
He podido convertir,
la falsa sombra, en un hogar.




Mensaje: La ausencia de fe es lo único que puede derrotar un sueño. No permitas que los tuyos se desvanezcan. Sueña para no perderte nada y así nada parecerá estar perdido. Sé consciente de tus sueños. Si no nos tomamos el tiempo necesario para conocernos, nunca sabremos quienes somos realmente. Los sueños son una puerta al conocimiento.

RECUERDOS - Nº 24 - El recuerdo

Vive…
el recuerdo,
el que florece,
que sin pena ni llanto,
crece y perece,
en mi corazón…
yace,
privado de pena,
cálido y sensato,
sencillo… encontrado.
Astuto…
el recuerdo,
pues ya no entristece,
que sin pena ni llanto,
crece y perece,
de mi alma…
equipaje,
erguido de calma,
libre y preso,
cauto… ignorado.
Silencioso…
el recuerdo,
pues ya no amanece,
que sin pena ni llanto,
crece y perece,
que mis sueños…
mece,
dichoso de aroma,
diestro y ufano,
estúpido… olvidado.




Mensaje: Sobre los trágicos y muchas veces indisolubles recuerdos, hay mucho que decir. Son tan impertinentes que como no seamos astutos nos obligan a sacrificar demasiados soles de nuestras terrenales vidas. Es por ello por lo que tenemos que mantenerlos a raya. Identifícalos y aprende a dejarlos morir.

Nº 25 - Recuerdo en azul

Dorado de los tonos de la arena…
cálido, tan cálido como el sol.
Azul que arrastra una ola…
gaviotas que tiñen de color.
Silencio que rompe la paz…
canto que envuelve de serenidad.
Persistente aletear voraz…
brillo, puro reflejo de claridad.
Alguien camina por la orilla.
Alguien que pasea con tristeza.
Mañana amarga y mortecina.
Cielo que se levanta con pereza.
Dorado como los rayos del sol…
bravo, tan bravo como mi honor.
Azul de los tonos del mar…
voraz, tan voraz como mi amor.
Sutil oleaje de madrugada…
una nube cubre el cielo.
El resplandor ciega el horizonte…
quedo cautivo por el miedo.
La marea arrastra un mensaje,
para sorpresa de mi corazón.
No es sólo un pasaje.
Es melancolía y estupor.
Dorado de los tonos de la tierra…
húmedo, tan húmedo como el océano.
Azul que arrastra una ola…
la mañana se ha puesto de duelo.
Lágrimas se mezclan amargas…
miel que se torna agria.
La angustia devora mi cuerpo…
al presentir la nostalgia.
Suspiraba todos los días,
buscando un barco pescador.
Observaba cada día,
aquel cielo embriagador.
Dorado de los tonos de tu piel…
suave, tan suave como tu sonrisa.
Azul que arrastra una ola…
malvada la marea que opina.
En la arena queda la huella…
de un rastro sin rumbo.
Una perversa ola la acompaña…
hasta lo más profundo.
Océano tú que escondes,
mágicas historias de amor.
Mar lleno de enigmas,
de misterios y temor.




Mensaje: La nostalgia, una herida de amor que se vislumbra incurable y perversa. Acepta el momento. No alimentes más ese vacío. Llénalo de aceptación. No te recrees en la nostalgia del pasado. Te perderás el presente. Eso sí, antes tómate tu tiempo de duelo, no más. Suerte.

Nº 26 - La mecedora

En el silencio del balanceo de tu oleaje…
vibro.
Juego con el contoneo,
ese movimiento salvaje
que me produce tu memoria,
que aviva esa ola,
que me cierne y agota…
como una mecedora.
Pido auxilio,
ya no puedo,
casi me quiebro por el llanto.
Es el silencio hermético en el que me mezo,
buscando una razón para este tormento,
que me sabe a derrota…
lloro en mi mecedora.
En el vaivén del abismo me sumerjo,
para adivinar si puedo,
el motivo de la desesperación
que me cierne entre sus garras,
sin poder pedir perdón.
Sombras que me enojan…
Recurro a la mecedora.




Mensaje: No poder creer, no saber estar, no encontrar a quien, es proporcional a carecer y padecer. Acuna tu alma, lo necesita.

Nº 27 - Cobardía

Es…
la palidez de la sombra,
la música del viento,
el susurro de tu desidia,
vivo y atento,
esgrimiendo con cautela,
generoso…, siniestro.
El murmullo de las estrellas,
el brillo del cielo,
verte morando en mi tumba,
cálida como el hielo.
El gris opaco de la luna.
Aunque aún así… te quiero.
Te cobijas en mi almohada,
luchas con uñas de plata,
el celo te arrastra,
te sujetas a la tela
que tejes con mi araña.
Salta y luce,
baila y cruje.
Olvida de una vez…
mi mugrienta cabaña.
Escucho gritos de dolor,
ahora crees perder la razón.
El abismo de tu urbe,
se esconde a la emoción,
tiembla tu cuerpo caduco,
pidiendo…
salvación.
No desestimes nunca,
el poder de la fe…
lucha por ese sueño…
yo te lo entregaré.



Mensaje: Es de valientes mirar más allá del reflejo que devuelve el espejo. En realidad al otro lado estamos nosotros mismos. Es@ gran desconocid@. Libérate del miedo y entrégate. Un acto de fe, es también un acto de poder.

Nº 28 - Azucena

Me derrumba la palidez de tu sonrisa,
la escasez de la brisa
que un buen día sucumbió,
hasta atrapar
el parpadeo de tu mirada.
Esa suave mirada sabia,
que opaca se esconde tras el chubasco
expectante de dolor.
Fuerza oculta enmarañada,
que camina cabizbaja,
azucena de vivo sabor,
que enternece el dorado
estremecimiento de mi pasión.
Azucena no te marchites…
Azucena oh! mi flor.




Mensaje: Regar con agua clara el recuerdo nos refugia de temores. Es la forma de aprender de las experiencias y reconciliarnos con ellas. No cejes en la aceptación de tu pasado. No reproches, no insistas en buscar culpables. Abandona. Todo ocurre por un motivo, es preferible que uses tus energías en encontrar en tu interior la lectura positiva de lo sucedido.

Nº 29 - En lo profundo

Es en la densidad de mi pena,
en la que sangrienta y perversa,
se escucha la calidez de esos dorados días,
en los que la lluvia,
incesante y fría,
bañaba como en una cuna,
con el halo de la mañana,
toda mi amargura.
Hiriente,
la soprano que un buen día,
con la verdad en la mano,
me recitó los versos
que solaparon “in eternum”
lo más profundo de mis anhelos.
Encabezada,
por diez elegantes espadas,
en manos de la misericordia me hallo,
libre y condenada,
por los recuerdos velada,
por la infamia desposada,
y por la nostalgia enterrada.
Vivo,
y sé que no vivo en mi,
mas no dejo por ello de vivir.
Arrepentida,
con la mirada congelada,
del abrazo…
enamorada,
por tu aliento…
muriendo.
En silencio,…
Consciente de que
en el pensamiento…
sólo queda paz y consuelo.
En el corazón…
amor y deseo.
En la razón…
el vacío de todo lo muerto.




Mensaje: Sentirse lacerado por la culpa hacia un ser querido, requiere de una previa toma de conciencia u responsabilidad de nuestros actos y de una posterior reconciliación con nosotr@s y aquello que fuimos. Es el momento de perdonarte, sólo así serás libre.

Nº 30 - Encadenado

Camino encadenado,
desesperado.
Vuelco mis anhelos,
dando pinceladas,
con un ruego.
Te esfumas en la penumbra.
Tu hábito…,
deslumbra.
Me agito encadenado,
desesperado.
Tiemblo sin consuelo,
mi piel lacerada,
casi no puedo.
Mi coraje ya no abunda.
Mis lágrimas me derrumban.
Grito encadenado,
desesperado.
Pido un único deseo,
encontrar tu mirada,
grabarla a fuego.
Mi alma…
moribunda.
Un quejido,
que nadie escucha.
Aquí sigo,
encadenado,
desesperado…
no es sólo un recuerdo.



Mensaje: Es cuando decae el ánimo, es cuando más oscuro se torna el velo. Ese es el mejor momento para retirarlo y ver lo que esconde. ¿Has alcanzado tu abismo? Si es así, ya puedes salir. Ahora elévate, suelta las cadenas, la llave del candado la tienes tú. Nadie, más que tu propia sensación de incapacidad, es quien te tiene pres@.

Nº 31 - Escondida

Tras la sombra de un escuálido sicómoro,
me detengo…
Compruebo que allí no estorbo.
Noto como mi mente cautiva,
se desvanece,
se pierde en el horizonte
tal que un atardecer.
Miro asombrada,
elevo mi mirada,
escucho con templanza,
pero ni veo,
ni siquiera oigo nada.
Y allí permanezco…
oculta.
Me invita el anochecer
a seguir amagando mi piel.
Sigo aún hoy…
sin saber porqué…
Destellos que acechan,
resplandores fugaces
que alivian tenaces,
en un intento de darme placer.
Es insuficiente…
Sigo enjuta,
obviando mi verdadera ruta
aquella que no deseo ver.
Nunca sabré el porqué…
sigo escondida,
tras la sombre de un escuálido sicomoro,
allí me escondo…



Mensaje: Conviértete en un niñ@ y desde ese Yo inocente resuelve, dejarás de esconderte. No te apures. Eso sí, debes ser valiente y sumergirte en tu infancia, ahí está tu verdadero obstáculo. Tranquiliza a tu niñ@ pequeño, se lo debes.

Nº 32 - Melancolía

Cubría el brillo de su cara,
con un sutil velo de lana.
Gritaba su alma de dolor y celos,
al ver traer al día aquél velero.
Fue fulminante su resplandor,
que la cubrió de fuego y calor,
como si un pájaro espino,
supiera de su destino.
Alzó la mirada lánguida,
elevando sus brazos rápida,
temiendo el inesperado desenlace,
que portaba aquél mensaje.
El alma de lágrimas se cubrió...
una ola con furia borró,
el rastro de un amor
que quebró el latido de su corazón.
Se mancilló de vaho el espejo,
evocando palabras de amor eterno,
detuvo con su mano el destello,
tan intenso como el color de su anhelo.




Mensaje: Las piadosas escrituras del lamento, cubren las emociones del alma. Escribe, escribe, escribe, lo que te salga del alma. Suéltalo. Tu poder se acaba, justo donde empiezan tus miedos. No te aferres.

Nº 33 - Mirada frágil

El Número 33: Servicio universal mediante el avivamiento de nuestro Ser Unico.

Te distinguí,
estabas allí.
Tus ojos tristes,
suplicando amparo,
tu mirada frágil,
y extendida tu mano.
Reparé en tu sonrisa
y en esa mirada incierta,
tan incierta como tu tristeza,
el suburbio de tu melancolía.
Vacilas entre tanto,
no aciertas a encontrarme,
sigo aquí esperando,
a que reconozcas mi mano.
Percibí tu caminar,
era demoledor,
supe de lo que eras capaz,
me insinuabas amor.
No fue casualidad el conocernos,
te adiviné entre cientos
de miradas frágiles,
buscando aliento.
Sentimos nuestras almas errantes,
fundirse en un abrazo,
supe que los días grises
quedaron derrotados.
Alzamos la mirada,
de frágil, no queda nada,
tu mano con mi mano,
libres y enamorados.



Mensaje: No existe la casualidad, sólo existe la sincronicidad. Durante el trabajo profundo con nuestro interior, podemos tener sensaciones de encontrarnos personas a las que parece que conozcamos de toda la vida. Las almas se reconocen y se produce un momento mágico. Debes estar atento, quien buscas está muy cerca. Pronto llegará alguien a tu vida que te hará vibrar.

Nº 34 - Brisa

Observé…
la suave brisa,
agitar las hojas de la encina.
Anhelé…
tu sonrisa,
bajo la sombra…
escondida.
Clara noche,
dulce y viva,
no agites la hojas,
agita su risa.
Perfuma el viento,
de suaves caricias,
desvela mi mirada,
con su sonrisa.
Observé de nuevo…
la suave brisa,
agitar la risa
de mi alegría.
Aprecié el destello,
y como la sombra…
se desvanecía.




Mensaje: Venera la soledad que provoca tu compañía. Estando cómod@ y en plenitud contig@ mism@, dejarás de creer que la culpa de tu soledad es de otros. Ilumina la sombra de tu mirada. Haz de ti, tu mejor amig@.

Nº 35 - Pasión

Noté tu turbación
latiendo por las esquinas.
Supe de tu pasión,
de la sangre de tus heridas.
Ese murmullo intenso
que tu voz quebró,
pasión dorada y temible
que mi amor confundió.
Gracias a la virtud
de saber amar,
puede recuperar
el aliento para escapar.
Noté tu turbación
latiendo por las esquinas.
La dificultad no impidió,
que se cerraran las heridas.
Esa mirada serena
que tu voz quebró,
pasión absurda e inconcebible
que mi amor confundió.
Gracias a la virtud
que me otorga la fe,
pude actuar
para dejar de palidecer.




Mensaje: Deberíamos saber que la virtud, no se crea, ni se adquiere, ni se desarrolla, porque ella es innata. Uno se traiciona cuando la desvirtúa. No te desvirtúes, ni permitas que nadie lo haga. Tus virtudes son tus talentos, deja de ocultarlos, muéstralos, son muchos más de lo que puedes siquiera imaginar.

Nº 36 – Recuerdos

Recuerdo el jardín de tu abrazo,
tu caminar…
despacio.
Recuerdo tu desvencijada memoria,
tu mirada…
perentoria.
Recuerdo tu siniestra melancolía,
tu imperfecta alegría.
Recuerdo…
Recuerdo
la agria miel de tus ojos,
el vacío…
de tus elogios.
Recuerdo
tu huella serena y firme,
tu rechazo
antes de irme.
Recuerdo
tus labios fríos,
inertes,
los que no consienten decirme…
Adiós…
Lo recuerdo…




Mensaje: Él/ella, aquel/aquella que fuiste, se despide. Ha llegado el momento de dejarla con su pena, debe morir y lo hará en cuanto dejes de darle alimento. Seguirá insistiendo, te continuará mirando, probando tu entereza. Buscando que sucumbas a su pena. Pero ahora tienes el conocimiento, la conciencia y las herramientas. También el sentimiento de compasión. Dale tiempo y date tiempo. El tiempo hablará por ti. Respira profundamente y camina. No dejes de caminar, no sientas que la abandonas, todo lo contrario, le estás enseñando que te puedes superar. Lo contrario de pena es alegría, ¿con quien te quedas?

ESCENARIO 2 - Por un Hechizo...



Unas aclaraciones pertinentes…
¿Debería entonar un canto al amor? - me pregunto.
Miro y resuelvo, estoy atenta y observo, estoy alerta y concluyo, que hoy, hoy, este es el canto que fluye de mi interior.
Y no por ello, puedo decir que por mis venas no corren raudales de odas que pudieran destellar impunes, las palabras.
Es así como lo siento, como escribo y concreto,
todo lo que mi corazón contiene desde eones de eones
de aterrizaje y firmamento.
En esta balada canto a voz en grito, las consecuencias del desamor.
Y hoy…
aunque no entiendo de donde sale esta perturbación interior,
siento que gritar al viento, es lo que deseo.
Es… un alma hechizada la que habla, la que se aflige y se revela,
la que se cae y vuelve a elevarse, es ella la que canta
y que por mucho tiempo cante…
que cante al AMOR, como buena amante.

Nº 37 - Espero

Sobre la arena cálida y oprimida,
espero…
Espero recuperar tu aliento.
Anhelo ese día conmovedor,
que traerá la dicha de mi alma
sedienta de amor.
Obedezco y espero,
mientras escucho atenta
el sonido de tus olas,
de esa marea dulce
que me transporta
y atrae los recuerdos.
Siento que espero,
más de lo que desearía.
Espero casi sin un halo de aliento
en mí Ser,
pero aún así conservo la fe
y espero.
Clavé mi mirada
en el horizonte azul del cielo,
en el mismo punto en el que se une
al océano de mi caballero.
Suspiro y espero.
No tengo por más que esperar…
Transcurre el día pálido
tal que mi faz,
hace siglos que espero.
Resisto a tu capricho,
al placer de tu morada
mientras sigo palideciendo.
Me detengo,
es la luna quien refleja su luz
en las sombras del cielo.
Me habla.
En un susurro amargo me dice,
que un hechizo ancestro
es quien me tiene presa.
Y sigue diciendo…
aparta tu mirada
de ese horizonte hiriente,
es banal tu espera,
pues no regresará el caballero.
E insiste…
anula el hechizo de tu desespero
y alienta el conjuro de la razón,
revierte la lucha
en cálido recuerdo.
Y entonces lloro…
No tengo por más
que ponerme a llorar
y dejar de esperar,
pues sé que es cierto…
él no regresará jamás.




Mensaje: Es en la espera, durante y cuando uno se recupera. Ahora bien, si es la transformación del entorno o de la pareja lo que esperas, estás en falso. Permite que cada uno sea quien es y sé tú mism@ quien has venido a Ser. Acéptate, es la única manera de que le aceptes a él/ella. Deja de esperar que sea el otro quien te complazca y encuentra la complacencia en ti mism@.

Nº 38 - Busqué

Busqué…
busqué en el mar,
ese puro cobijo
alertando amparo,
desistiendo de la fe
que me dejó vencer.
Carisma absoluto,
perdido, oculto,
ufano, de luto,
escueto, ligero,
frágil candelero
que estruja preciso,
que se eleva en un atisbo
certero de madurez.
Cándido que buscas,
no busques más
si no buscas bien,
allí donde debes buscar
para así encontrar
el reflejo de tu vanidad.
Serena tu mente,
la que aflige hiriente
el plato de dudas
que te priva la vejez.
Esa pesadez,
siniestra
que oculta y estorba
la claridad de la luna
hasta palidecer.
Busco, busqué y buscaré.


Mensaje: Turbia búsqueda desesperada la que nos da ahínco y bravura. Gracias a la búsqueda nos encontramos y encontramos otros lares. No desistas en tu propósito. Decide moverte en busca de tus anhelos, en lugar de no actuar temiendo no hallar nada. De ese modo siempre te quedará la duda.

Nº 39 - Hechizo

Carencia la del ser infinito
que angustia la morada
indigna del querer,
porque es amar lo que desea,
sin para ello
poder desprenderse de las alas
que dejan cautivo su rostro
y así perecer.
Inerte, cáustico
y sereno semblante
el causante
de tanta desfachatez.
Todo por no tener,
carecer del hechizo,
del anhelo infinito
del que no se puede desprender
y así poder,
aterrizar en tu cuna,
olvidar la amargura
y lograr renacer.
Eso sí que es querer.




Mensaje: Virtual es el hechizo que inconsciente ataca, sin mediar palabra y te sumerge sin templanza alguna. A los hechiceros quiero verlos de frente. Las ataduras no nos hacen seres libres. Descubre tus verdaderas intenciones. Después de todo la intención es lo que tiene la fuerza y la verdad.

Nº 40 - Huella

Huella que habla con melancolía
de un ayer aún perverso,
que me confiere
y al tiempo confirma
mi falsa embriaguez.
Escarbo en esa huella,
profunda y malévola
que se resiste a perecer.
No tengo más que insistir,
hasta conseguir que desaparezca
esta marca de mi tez,
para entonces por fin volar.
Volar libre,
sin temores, ni tormentos,
alejando tu absurdo recuerdo,
ese que malhiere mi esencia,
dejándola turbia e inmersa
en la desesperación.
El dolor
me impide recordar tu faz.
Sólo advierto en ella,
en tu cara mugrienta
una profunda herida,
que con suma destreza,
curé un buen día
y ahora, estúpido,
tú te niegas a curar la mía.
Perversa es tu huella.
Tomo aliento,
cojo fuerzas
y lo intento.
Recurro,
a mis sacrílegos
experimentos,
sólo ellos
me ayudarán a borrar…
la huella de la soledad.
Tomo aliento,
cojo fuerzas
y lo intento.
Vuelo libre,
sin temores, ni tormentos,
lejos del absurdo recuerdo,
ese que me enseñó a crecer,
dejándome acaudalada y exenta
de culpa, perdonada.




Mensaje: En inconmensurable se convierte el amuleto que porta inscritas las huellas, firmes e indisolubles de pasadas experiencias, en las que las expectativas puestas en nuestros seres amados, se cercenan, como la cera de una vela. No te frustres, deja de poner expectativas a nada ni a nadie, ni siquiera a ti mism@. Así no sentirás que nada ni nadie, ni tú mism@, es imperfect@. En la excesiva exigencia nunca hallarás la conformidad sobre nada, a todo siempre le faltará algo.

Nº 41 - Palabras

Rescaté las crueles palabras
bajo el influjo de esa luna amarga
que un buen día nos unió.
Nos unió en la dicha,
perfecta y cándida morada
que a pesar del desespero nunca sucumbió.
Sucumbió finalmente helada,
marchita y algo doliente
por no saber perdonar.
Perdonar, esa vil traición
que no pude soportar
por no poder escuchar.
Escuchar tus crueles palabras,
infames verdades
que rugieron en mi corazón.
Corazón despiadado,
que muerto en un trance de congoja
no sabe respetar.
Respetar tu avaricia,
tu sagaz envidia,
tu portentosa apariencia
de caballero incapaz.
Incapaz de pedir perdón.
Incapaz de perdonar.
Sólo audaz de crueles palabras
que hablan de falsa bondad
para acabar crédula y marchita
por el recuerdo de tu voz pertinaz.
Sólo eran palabras…



Mensaje: Bellas, ostentosas y confusas, ellas, son las palabras, las que se vierten una y otra vez, por mucho que exista alguien que las quiera retener. Así son las palabras. Una vez las hemos vocalizado no se pueden recuperar. Según sean, así será de grande la herida o de bello el momento. Elije bien tus palabras.

Nº 42 - Perdón

Suavidad venerada
que grita por los rincones,
que amarga la mirada
y aflige el alma dorada
de este amanecer.
Quebrantado por el recuerdo
de pálidos sucesos
que evitan el perdón…
que muere sin motivo
ni tampoco razón.
Perecen austeros,
los dormidos recuerdos,
sonetos inciertos
que anidan perversos
en ese rincón.
Descubre la herida
que pisa y abruma
que deja amargura,
y obtén el tesón.
La pasión de la dicha
la misma que escucha
que palpa y acaricia
tu dulce corazón…
y pide perdón.




Mensaje: No hay razón que no acompañe a un humilde perdón. Ya que si no es así, no hay razón ni tampoco hay perdón. Ahora ya tienes capacidad de entendimiento. Sólo te queda salir de tu mente y entrar en tu corazón.

Nº 43 - Resolviendo…

Encendí la vela del recuerdo,
el mismo día que te ví partir.
Caminando henchida y dolorosa,
pronto decidí dejar de vivir.
La llama repiqueteó mi pasado,
hundido por el orgullo quebrado.
En la palma sostuve el llanto,
que me apartó salvajemente de ti.
Alcé mi mano al fuego,
ardió de pronto el tormento.
Se fundió la voz de nuestros sueños,
calmando la sed con un beso.
Observé la cera desaparecer,
al ritmo de mi comprensión,
la mecha del dolor desapareció
y con ella también todo rencor.
Apagué la vela de mi duelo,
y encendí la mecha,
de este, mi momento.
Abracé con fuerza el presente,
y me sumergí en la vida de nuevo.
Ahora sólo sé,
que la fuerza y la fe,
me permitieron emprender.
Fue entonces,
cuando sostuve tu abrazo.
En mi corazón encendido,
contuve el aliento reprimido,
volviendo transparente nuestro lazo.
Y así resolví…
De pronto se me nublo la mente,
se me enturbió el olvido,
se me erizó la brisa,
helada por el dulce rocío.
Semejante emoción,
incapaz de reprimirse,
fue la que me obligó a palpitar,
fuera de toda opresión y límite.
Mi corazón, ya completo,
da de nuevo brillo a mis ojos,
ni ceguera, ni obsesión,
ni turbia ni ebria borrachera.
Ahora sólo habita en mi corazón,
la más bella y sensata
de las estrellas.
Fue por todo ello,
por lo que resolví.



Mensaje: Existen momentos en los que la mujer llega a desprenderse hasta de sí misma, y lo peor es, que él lo sabe. Eleva tu autoestima y el vacío se precipitará sobre sí mismo. Hazte valer. Ámate, ama. Respétate, respeta.

Nº 44 - Valor


El Número 44: Balance entre lo espiritual y lo físico. Reconfiguración de nuestro laberinto evolutivo. Como es Arriba, es Abajo. Creación de los cimientos de nuestra Nueva Vida.

Aparté esas ramas
que entorpecían el paso de tu mirada.
Te distinguí.
Andabas cabizbajo,
buscando el consuelo de mi amor eterno,
el que un día prometimos.
Fue un día de duelo.
La sinrazón te inflige angustia,
complejo lastimoso que te ensucia y enturbia
los pasos frágiles e inertes
que a duras penas logras imprimir.
Es quizás tu mirada ausente
la que a mí me ayuda a discernir.
Hogar de lágrimas,
angustia serena,
obtusa mirada incierta,
desesperada.
Abre las alas,
vuela surcando los mares
que un día abandonaste para decir adiós.
Ten al menos el valor.
Olvida la pena lúgubre y mordaz,
que acusa sin ansia
y no opina sobre la maldad de tu alma
carente de dicha.
Solaz morada
que respira quebrada
para algún día dejar de respirar.
Ten valor y sé capaz.



Mensaje: De él no careces, pero cuando más lo quieres, menos lo encuentras. Es que él es así. Escurridizo. No infravalores tus valores, ni tu valerosidad, podrías sorprenderte hasta de ti mism@. Haz balance de tu vida en estos momentos y oriéntate en crear cimientos sólidos para épocas futuras.

Nº45 - Añoranza

Falso caminar imperecedero,
que obstaculiza el paso
de este mal presagio
que en mi alma se corrompió,
impidiendo que la dicha,
clara, perfecta y carente de avaricia,
gozara del amor.
Esa templanza anhelada
que creció cerca del mar,
triste, oprimido por millones de olas
sedientas de venganza
que por fin nunca volverán,
para permitirme descansar
y hacerme amiga de esta…
mi soledad.
De pronto vibra mi cuerpo,
embrujado por la dicha
que regresa por un solo día,
polvorienta,
pero capaz de devolverme
por una vez su aliento.
Es noche oscura,
sólo perfectas estrellas
lucen a mi vera.
Conservo un ápice de temor,
me pregunto ¿qué ocurrirá?
Localizo la mía,
la que me cedió él aquel día,
una noche de puro amor
y fue entonces cuando escuché su voz.
Era ésta, marchita,
suave y concisa
quien me habló y recordó
que entre nosotros siempre existirá
el más puro reflejo del amor.
Alcé mi mano
para alcanzar
un pedazo de su luz,
noté su caricia al tiempo
que cicatrizó mi herida.
Una herida profunda
sellada con dolor.
Le despedí
entre lágrimas amargas
que se mezclan cobardes
con la frágil mirada
de la cruda añoranza.
Porque a pesar de todo…
…sigo añorando su calor.



Mensaje: Vil y cruel es la añoranza, te reitera, te anula y te devuelve atrás, sin permitirte elevarte hasta la dignidad del momento. Aburrida añoranza, vil y cruel, olvídate ya y déjame que hoy tengo cosas que hacer. Es el momento de aceptar que todo está sometido al influjo de los ritmos, vida-muerte-vida-muerte… y murió. Existe la muerte para que pueda existir la vida.

Nº 46 - Alivio

No son más ciertas
las palabras agrias
que acontecen
durante el amanecer
de los días venideros.
Y que aún así
sucumben al aliento
de la tortura
de tus imberbes pensamientos.
Encumbras
las opiniones obtusas,
que proceden entredichas
por parcas mentes insaciables
de pura y patética envidia.
Sorprende el aroma,
que plácido asciende
por las verticales paredes
de tu reposo.
No te sorprendas.
Álgida
la mente que sustenta,
que evita el dolor
sin suponer pasión
ni retrógrada pena.
Esto es ya un alivio.




Mensaje: En el fondo es fácil aligerar el equipaje. Acepta el momento presente y haz feng-shui a tus pensamientos. Están caducados. Purifica tu mente. Verás que alivio. Medita, busca el maestro que llevas dentro.

Nº 47 - Error

Cierro los ojos y percibo…
Es el perfume
que agrio adormece mis pupilas.
Sereno la mente y admito
que todo fue un error.
Nunca antes conseguí el perdón,
pues no sugiere tu estrella
una mirada tierna,
ni siquiera una posible razón
para conseguir subsanar este error.
Permanezco inerte,
estática, quieta,
esperando
que me alcance la suerte.
Y creo…
Creo que puedo reparar el error.
Tengo fe y espero…
Espero aquello por lo que lucho,
es lo que de corazón deseo…
reparar el error.




Mensaje: Te desgarra, te desalienta, te estorba y te agrieta, pero una vez sereno, te concluye y acerca a lo más ansiado. El error no existe, ni nunca existió, se trata de una circunstancia que nos acerca más a la verdad. Todo es perfecto en sí mismo. Recuérdalo. Paciencia viene de paz. Si el tiempo no existe, siendo éste un invento de la humanidad para controlar su vida ¿a qué viene tanta prisa…? Sea lo que sea, lo conseguirás.

Nº 48 - Encuentro

Traías el cabello encrespado,
el olvido mojado,
y el orgullo dañado.
En tu mirada,
se reflejaba el aliento agrio,
el ánimo sin puerto,
el bagaje oxidado.
Macilento y graso,
mugriento y sediento,
así caminabas…
Y por fin,
en tu lucha,
en tu lúgubre renuncia,
te fijaste en mí.
Y yo,
que portaba el hermoso candil,
sacudí las verdes ramas
que cegaban nuestra astucia.
Y así,
sólo así,
juntos aterrizamos.
Nos aseamos el lacio cabello,
resolvimos los oscuros recuerdos,
cejamos, en alimentar nuestro Ego.
Relajamos las armas,
acicalamos los encuentros,
Y trasnochamos…
con el fin,
de localizar ese puerto,
en el que atracar el ánimo,
la alegría y el llanto,
el talento y también la pasión.
Ese duende,
que ahora nos vuelve cuerdos,
ese duende que nunca pereció.
Porque debo decirte,
que encontrándote,
me enamoré de Ti.




Mensaje: Esperado, ansiado y venerado es el encuentro contigo mismo/a. Que la fe no falte, que la fe no te agote, que la fe sea tu motor, pues sin ella, no existiría ese momento de pura revelación. Manifiesta el espíritu. Acude a la luz de tu esencia, tiene mucho que decir. Conoceros y enamoraros. Ponte en sus manos, estás en el camino.

Nº 49 - Silencio

Se abre un silencio palpable,
que en silencio,
se expresa insaciable,
presto para morir.
Sólo fue un leve susurro,
un silencioso murmullo,
el que pude descubrir.
Y grité,
alcé mi voz silenciosa,
desgarrada de puro silencio,
ese que un día me bebí.
Mi piel se erizó…
de tanto silencio…
de tanto vacío
que la penetró.
Sutil canto silencioso,
perturbador silencio,
que clama una nota,
que reclama una gota,
de puro silencio revelador.
No me castigues…
silencio.
Dame coraje,
otórgame un ápice,
de saludable lenguaje,
el necesario para dejarte morir.
Y yo así…
Poder encontrarte
dentro de mí.


Mensaje: Comunícate de una vez por todas. Deja ya de parlotear por dentro y lamentarte a solas. Suéltalo. Libéralo. Expresa tus verdaderas emociones desde el corazón y no temas. Tras el miedo, no hay nada, no temas.

Nº 50 - Lo logré

Sacudí la manta
que reposaba sobre mi cuerpo inerte,
descarriado,
escondido tras la lana sucia
purulenta de olores varios.
No cabía en mí de orgullo.
Serené la mente,
blandí la espada contra la muerte,
percibiendo todas las sensaciones
que el cuerpo y la mente
es capaz de percibir.
Me estremecí por un momento,
pues no parecía yo.
Observé mi cuerpo,
antes enjuto y falto de vigor.
Abogué a la muerte
y me icé,
erguí mi estatua altiva,
transparente
mi presencia divina,
elocuente tal que
el más sabio de los duendes
carismático de la suerte
de ser quien decidió vivir.
Serené la mente,
blandí la espada contra la muerte,
percibiendo todas las sensaciones
que el cuerpo y la mente
es capaz de percibir.
…lo logré.


Mensaje: Antes de empezar ya sabías que lo conseguirías, pero te tachaste de prepotente, vanidos@ y arrogant@, y aún así, lo lograste. Nadie duda de ti. Tus temores son inciertos. Muéstrate, no te dejes morir por miedo. El miedo es lo contrario al amor.

ESCENARIO 3 - En el Camino…



¿Qué es lo que importa?
Creer que se conoce el motivo de nuestros lamentos, no Importa. Es tan trágico o cretino como no Creer.
Es el padecer del humano lo que incrementa el dolor del alma, pero no Importa es ello al mismo tiempo su manera de crecer.
¿Es quizás lo que importa lo que merece nuestra atención?
No lo sabremos hasta que no conozcamos los verdaderos motivos de nuestros lamentos.
¿Importa algo, pues…?
En la locura de la búsqueda apasionada se verá la respuesta.
Aún a mí eso… siquiera me importa, porque será lo que tenga que ser…

Nº 51 – Sabio Ignorante

No fue usurpador
quien decidió dormir expectante,
olvidando aquello que prometió.
No fue admirado
quien después de mil veces odiado
quiso perder el temor.
Ni fue tampoco recordado
quien dijo saber la verdad
sin preocuparse siquiera en buscar.
¿Quién fue pues aquel hombre…?
Remilgado y obtuso.
Pálido, destronado
que creyó no saber caminar…
Sólo fue un sabio ignorante.




Mensaje: En el silencio de la mente y en la experiencia de la vida, se halla la verdadera sabiduría, no es más sabio quien parlotea, sino quien en humildad, aprende a conocerse profundamente. Se puede ser un analfabeto y portar un gran sabio en el corazón. Es el momento de descubrir el akásico de tu existencia.

Nº 52 - Amor

Soñaba la luna una mañana,
un amanecer latente,
con gris horizonte, perenne.
Acometía el desespero,
grácil, pendenciero.
Enturbiaba tu mirada,
la sinuosa cerbatana
que como un dardo con veneno
se incrustó en el candelero.
Y así, quien te amó
murió,
murió de pena,
de tierna pasión,
enferma por carecer del arrullo,
inútil de compasión.
Aún hoy, rechazo,
tu despreciable mirada,
que no aleja la angustia,
ni sucumbe al sueño
de un nuevo encuentro
ocultado…
por la falta de valor.
Soñaba la luna…
muerta de amor.



Mensaje: Cuando una mujer se lamenta profundamente por amor, es que ha quedado incompleta y eso es una grave herida. No hay cirujano que la disimule, pues es mucho mejor que ésta se vea, para que nos recuerde que no hay motivo para que se repita. Lo propio es aprender de ella.

Nº 53 - Cesa la tormenta

Se manifiesta en mí,
un desazón tormentoso,
inquebrantable,
estúpido, fútil…
difícil de percibir,
símil a lo siniestro,
que atañe mi alma
y no me deja discernir.
Atormenta mi mirada,
se posa en mi almohada,
quiebra el corazón,
rompe hasta el alma,
de despiadada perversión.
Trueno incombustible,
bélico e impredecible,
que violenta la razón.
Aroma,
que huele a pólvora,
huele a derrota,
huele a muerte,
quien huele, soy yo.
Se hace por fin el silencio…
…Y sin saber cómo,
despido el duelo.
Tormenta
la que ya no recuerdo
pues es pasión lo que siento
que en amor intento,
valor para seguir.
Jamás en el valle,
en ese horizonte cercano
se produjo similar codicia,
y calma que predecir.



Mensaje: Conéctate en profundidad con los pensamientos que te atormentan. En realidad son demasiado estúpidos para permanecer por más tiempo en ti. Pregúntate porqué les das cobijo y déjalos morir.

Nº 54 - Ciega

Me pregunto
¿en qué estriba mi ceguera?
Esa percepción ausente,
que endurece mi mirada
al carecer de un soporte inherente,
ocultando la mañana.
Ciega, si soy ciega.
Ciega de orgullo que amarga,
lo más profundo de mi alma.
Cedo a la estúpida lucha,
que combate con su espada,
que luce pero no vence
la ceguera de mi mirada.
Extirpo de raíz,
aquella muralla basta.
Aquella coraza estática
que desvirtúa mi mirada.
Creo percibir, por fin tu canto,
es una melodía sólida,
que despierta todo encanto
y devuelve el brillo
a la mía, tu mirada.
Ahora, puedo percibir tu luz.
Ciega.
Aún hoy recuerdo,
mi estúpida ceguera.



Mensaje: Retirar los velos que cubren la luz de tus ojos, es lo más sabio y elevado que puedes hacer por ti mism@. ¿Dónde estriba tu ceguera? Háblale a un espejo. Si te lo permites, te responderá arrancándote el primer velo. Suerte.

Nº 55 - Destino

El Número 55: Logro de la libertad personal. Liberándose del pasado y siendo totalmente auténtico.

Esperanza hiriente,
consagrada, oprimente.
De un oscuro mar de olas,
Viajera,
allá donde tú quieras.
Limpia de gracia,
altiva, imperecedera.
Afin a tu morada,
tu oasis
me desespera.
Si voy,
no encuentro nada,
si no voy
vacío en tu mirada.
¿Cómo puede ser?


Concibo,
un emergente desfile de soldados,
ocupados con sus armas
ataviados de tu gris,
esperanza.
Portentosos e ignorantes,
diestros de mentiras delirantes,
que sugieren muerte y deseo.
Deseo por encontrarte,
deseo por no olvidarte,
destino a ninguna parte.
Camino de la dicha me hallo,
siquiera cuento los días,
requiero erguirme y encomiarme,
pretérito por encontrarte.
Simplemente,
en este encuentro,
te digo y no finjo,
que de tu amor
estoy bendito,
por tu encanto
perdido,
de tu alma
enamoradizo.
Alma serena y conforme,
esperanza no ignorada,
errante pero enorme,
Vela mi camino
cuando de triste vista…
mi propio destino.




Mensaje: Aunque palidezca la esperanza, que nunca se te agote la fe. Cándido destino, el que sabe resolver. Cree en el Universo, él te acunará. Debes confiar más en la vida, ella nunca nos traiciona. Nunca. Decir nunca es decir jamás.

Nº56 – El Secreto

Te relato a ti,
a mi recuerdo
en ese escondido albergue
que es el secreto.
Te relato,
para por fin compartir,
la carga que supone
el secreto de morir.
Contigo viví,
crecí, también padecí,
aunque sobre todo,
en nuestro último baile,
creí morir.
Por eso este relato,
habla así de ti,
de tus nubes,
tus sandeces,
tu astucia
y tu arte para vivir.
Te relato a ti,
a ese gran secreto
que por los siglos de los siglos
yace en silencio…
cadáver de mi vivir.



Mensaje: No te sientas culpable por los anhelos que se reflejan en tus sueños, no por más surrealistas pueden ser menos ciertos. Permítete vivir esos sueños, aún juzgándolos arriesgados o manteniéndolos secretamente intimidados. Siéntete libre. Libre para vivir y para morir, tal y como sientes, no como les puede parecer bien a otros, como tienes que sentir.

Nº 57 - Fragilidad

Y siento…
Siento que te pertenezco,
que mi lucha no cesa,
que mi garganta no se rinde,
pese al intento.
Y sigo esperando…
Aquí, bajo el manto,
a que te decidas,
a que me digas cuando,
a que me recojas
entre tus brazos.
Y lo intento…
Intento alzar el vuelo,
con un soplo de aliento,
con el crepitar de las olas,
con la ayuda del viento.
Y lo consigo…
Elevo mis pensamientos,
entierro la armadura,
escucho el canto del cielo,
anulo por fin
mi “frágil” arquitecto.



Mensaje: Permítete vivir la noche oscura del alma, tantas veces como lo necesites durante tu transformación. Si crees que estás muriendo, es cierto, una parte de ti está dejando de existir. Somos arquitectos de nuestra existencia, para todos los momentos que nos toca vivir, mejores y peores. Fluye.

Nº 58 - Sin tiempo

Navega en mí
un grito de desesperación.
Cada vez que encuentro la motivación,
existe un impedimento.
Me pregunto cuanto
tiempo necesitaré,
para encontrar el momento
en el que tenga tiempo.
Tiempo para proceder.
Creí hallar el instante,
y en ese preciado segundo,
Un imprevisto pensamiento
me hizo desvanecer.
De nuevo me encierro,
grito y me atormento,
pues no tego tiempo.
Tiempo para amanecer.
Y así morí yo…
y el tiempo…
Perdida y extraviada,
por el orgullo quebrada
en un solo momento.

Ahora, sé que tengo…
Tengo que recuperar el tiempo.




Mensaje: Tu mente está hiperactiva, se está saturando, te transmite que tienes que correr siempre para llegar a algún lugar. En realidad todo es falso, es una paranoia provocada por el miedo a los cambios. Sal de esa mente y escucha la vocecilla que da sentido real a tu vida. Aunque si te cuesta escucharla, tranquil@, ella es muy paciente, no tiene prisa. Nunca se cansa, porque te ama.

Nº 59 - Misterio


El misterio de la vida abruma la mente
del individuo ardiente de saber.
Anida la locura,
que obliga a la andadura
a conocer el cómo y el porqué.
Regazo de olvido,
que tiembla durante el camino,
que resiste escondido
ocultando la razón.
Sólo un signo en el horizonte,
puede mostrar donde
se recoge el mentor.
Carece la mente individual
de este, el individuo esencial,
de dimensión acorde
a su innegable porte
y pretérito particular.
Pues no conocerá su destino
si no es capaz de aceptar
su nombre original.



Mensaje: Descúbrete. Arriesga. No te inventes quien eres, que tu fuerza salvaje fluya de ti. Busca tu nombre, es decir, tu identidad. La verdadera. Libera lo que ocultas. Enfréntate al espejo. Mírate directamente a los ojos. Háblales, te devolverán la respuesta. No te quedes en la superficie de la vida. Profundiza.

Nº 60 - Pétalo

Pétalo insaciable de vida.
Imperecedero camino el de mi pétalo.
Tierno aroma de sándalo,
lascivia pura e infinita,
caricia que muerde
caricia que brinda,
éxtasis eterno.
Pétalo insaciable…
Eterna estela la de mi pétalo.
Frágil perfume de arándano,
lujuria sensata y voraz,
que pretende
empañar el encanto.
Pétalo insaciable…
Duradera huella la de mi pétalo.
Delicado olor de láudano,
deseo sensible, aletargado,
Oh! Pétalo insaciable…
Mi adorado y tierno pétalo…
¿Cómo puedo recuperarte…?




Mensaje: Aprende a expresar tu sexualidad desde el amor verdadero, en armonía y conexión real. Siente profundamente al otro, existen muchas formas de alcanzar el placer sin necesidad de recurrir al sexo instintivo. Recupera el lívido. Descubre tu sensualidad y déjate querer, queriendo.

Nº 61 - Placer

Y sin saber muy bien porqué,
miro al horizonte enjuto,
busco mi nombre
escrito en letras púrpuras
y caminando erguida
dibujo tenaces sentimientos,
mientras al abrigo de tu morada,
siento la lluvia caer.
Ya no me alcanza el agua,
desde que te escucho,
no dudo en nada,
vierto la sonrisa en nuestro lago,
con orgullo deseada,
de nostalgia caducada,
osada de la noche
libre de madrugada.
Placer que fortificas con un beso,
que derribas cualquier sentimiento preso,
placer que encumbra el alma,
siempre te lo agradeceré,
ver escrito mi nombre,
en la paredes de tu ser,
calzada por esa cumbre,
henchida de placer.



Mensaje: Estar en comunicación directa con nuestro Sobreser, es haber dado por fin con nuestra divinidad. Es un gran placer conocerla, no te la pierdas. Comunícate, la salud está en tu camino. Salud es lo contrario de enfermedad. No hay excusa para condenarse en la enfermedad.

Nº 62 - Despertar

Despertaré…
Y desperté de este sueño,
para quedar inmersa
en la lumbre de mis días
y cuando se aflija la luna,
despertaré de nuevo.
Será entonces el momento
de recuperar el tiempo,
de cejar en la lucha
y de volver a tu encuentro.
Y allí estaré…
Despierta,
astuta de mi dicha,
enloquecida,
hirviente de cada instante,
de nobleza no reprimida,
absoluta, de que despierta,
pueda sentirte …
cada minuto de mi vida.



Mensaje: El maestro llega cuando el alumno está preparado. Y lo estás. Ya puedes despertar. Vuelve a tu casa, a tu casa verdadera. Aléjate de las influencias no deseables del entorno, sobre todo familiar. Sé tú de corazón y no lo que ellos esperan de ti. Con amor, se puede.

Nº 63 - Sensatez

Sensatez…
escucha el sonido del viento,
quien se dirige presto
hacia lo más profundo de tu Ser.
Es un escuálido arrebato,
que lucha entre los lejanos astros
que alumbran,
desde las tinieblas del ayer.
Sensatez…
sólo pido sensatez.
Mi único deseo es que escuches,
que sientas
y sobre todo comprendas,
que es la vida la que habla,
que son tus aguas
las que merecen,
por fin ser escuchadas.
Sensatez…
Mírate la piel,
y verás en ella
todo lo que tus ojos
no te dejan ver.
Ella es sensible y no oculta,
aún mostrándose dura y acorazada,
por los terribles dramas,
hábilmente blindada.
Pero de todos modos,
te habla, con el único deseo,
de verte amanecer.
Sensatez…
te llevo y te siento
en cada poro de mi piel.



Mensaje: Detente a sentirte. Deja de darle vueltas. Abre bien los ojos y los oídos, sólo así darás con la más sensata y la más bella solución. Libérate del blindaje, sino nunca podrás ver.

Nº 64 - Serena

Serena calma que abruma,
que sedienta se reprime,
entre el silencio de un lamento.
Serena y adormecida,
coronada por la estrella
que me dejó un buen día sedienta.
Suerte inconexa, sofocante,
dolor agudo de muerte.
Combate insolente que aguarda,
la hora del penitente.
Serena calma que descarada,
arremete embargada,
esperando en silencio
que crezca la alborada.
Serena y adormecida,
cálida…
pero serena.
Ardiente…
y aún serena.
Siempre conmigo…
serena.



Mensaje: La paz no es pasividad, no es seguridad, no se trata de que todo permanezca inalterable o inmutable. La serenidad es la paz y esta sólo puede encontrarse dentro, a partir de ahí, podrás percibir la paz del mundo. Como dijo M. Gandhi no hay caminos para la paz. La paz es el camino. Comienza desde hoy.

Nº 65 - Siente

Siente el abrazo de la luna,
el embrujo de su influjo
que resbala por tu piel.
Añora con los sentidos,
ese rincón perdido
que de ti nunca se olvidó.
Siente y palpita con su arrullo,
el aliento que imprime
su canto renovador.
Su reflejo es el destello,
su manantial de saber.
Siente el coraje que revierte
que se desliza presuroso
dorando de nuevo tu piel.
Haz tuya tu luna
antes que creas
que se olvidó de ti.



Mensaje: Siente su susurro alentador. Vibra y no ceses nunca de sentir aquello que la razón no comprende, porque nuestra luna es nuestro inconsciente y éste al ser intangible no puede tocarse, únicamente sentirse. Conoce la naturaleza de tu alma y así ella te devolverá el favor.

Nº 66 - Anunciación

El Número 66: Cumplir con nuestras responsabilidades con alegría y de una manera creativa.
Siento el amanecer,
acercándose a pasos silenciosos.
Barriendo el horizonte
de absurdo polvo ahora soluble.
Carecía mi amargura de envite,
pues se evadía a cada paso,
la nostalgia de tu salvaje,
prieto y puro abrazo.
Excavo ágil la fosa,
en la que quedarán enterradas,
las oscuras y necias torturas,
de un corazón atrapado.
Escucha como viene mi estrella,
libre de aquel angustioso laberinto,
por el ego controlado,
alejado de ese vaticinante abrazo.
Ahora por fin, Soy Yo.
Aquí comienza todo,
a ciencia cierta sé,
que soy aquella estrella
que alumbra el firmamento.
Gracias a este reconocimiento,
puedo ver y veo,
sin ápice de lucha,
que como mi estrella
también hay una tuya.
Y eso no es todo lo que anuncio…



Mensaje: Es básico para todo Ser humano nutrirse de conocimiento de la vida y en general, del Universo, ya sea a través de la filosofía, la religión, etc… es importante discernir entre aquello que nos calma el corazón y aquello que no nos atrapa, ni siquiera un ápice. Conocimiento y comprensión, en este orden. Da con tu conciencia universal.

Nº67 - Sueños

Sueño todos los días
con el contacto de tu cabello.
Bello horizonte
templado de dorado fuego.
Fuego que blande encumbrado,
palpitante y pletórico.
Pletórico de ufana dicha te hallas,
cual locuaz caricia.
Caricia por tenerte,
caricia por escucharte.
Escucharte para cejar en la lucha,
Lucha, otrora plena de duelo,
plena de orgullo y desconsuelo.
Consuelo tus lágrimas,
ora ya perecederas,
… muertas.
Muertas las lágrimas,
muerta la tristeza.
Tristeza convertida
en prudente alegría.
Alegría dueña imborrable
de tu reflejo.
Reflejo del duende…
duende de mis sueños.



Mensaje: El dar con el conocimiento de uno mismo, indefectiblemente nos conduce a la más pura e inocente alegría de corazón. Como en nuestra infancia, conectados con esa inocencia, podemos de nuevo sentir la más inmensa sensación de alegría que podamos imaginar. En ese estado la mente está ausente, no entorpece nuestro sentimiento. La alegría de la vida es tu consigna.

Nº 68 - Sonrisa


Sonrisa…
imperecedera,
flaca, convexa.
Sonrisa…
que me acaricia,
que me quema
y me habita.
Tú…
franca sonrisa.
Estamos aquí de nuevo,
entablando este canto,
esta virtuosa melodía,
que nutre día a día,
nuestro sólido corazón.
Sonrisa…
insaciable, sonrisa,
que me quema y me habita,
que me conmueve y no se fía,
con o sin razón.
Sonrisa…
imperturbable sonrisa,
ciega sonrisa…
de puro valor.
Sonrisa…
tan propia de ti,
sonrisa que acaricia,
la magia de mi sentir.
Entre sonrisas,
entre caricias y alegrías,
entre las odas
que alguien algún día…
escribirá para ti.
Vacilante sonrisa…
que se esconde y pronuncia,
tal vez compleja,
a veces traviesa,
buscando siempre,
la alegría de vivir.
Palpable o escondida,
sonrisa…
siempre perenne,
esa maravilla,
esa caricia,
que es para mí,
tu elocuente sonrisa.
Dibuja tu cara,
me deja encandilada,
me obnubila y atrapa,
desde el mismo día…
que te conocí.



Mensaje: Es el momento de conectarse con lo más elevado de nuestro ánimo, con la alegría de la vida, salir de cualquier invasión de tristeza o soledad. Es absurdo, ahí no hay nada. Deja de recrearte en la pena y conéctate con tu sonrisa, es preciosa. Mírate al espejo y observa donde se esconde tu sonrisa interior.

Nº 69 - Indiferencia o Amor

¿Es amor sinónimo de temor?
Es amor, pero no es pasión,
aunque la pasión y el temor
pertenezcan al amor.
¿Es rencor sinónimo de amor?
Es amor, pero no es pasión,
aunque la pasión y el amor
pertenezcan al rencor.
¿Es indiferencia sinónimo de temor?
No, en la indiferencia
no hay cabida para el rencor,
ni tampoco para el amor.
¿Qué es pues el amor…?
El amor, es pues el temor,
el rencor y la pasión.
¿y qué es la indiferencia…?
Es ésta pues,
la ausencia de sentimiento,
lo que deriva en ausencia de amor.
Si Dios es el reflejo del amor,
existe un Dios
en todo aquel que siente amor.
Por el contrario careces de Dios,
cuando la indiferencia es tu único don.
¿Qué ocurre con la pasión, con el rencor y con el temor…?
Se desvanecen
cuando identificas a tu Dios.
Indiferencia o Amor,
es pues ésta tu elección.


Mensaje: Cuando el Amor decrece, aparece el temor y cuando el amor aumenta, desaparece cualquier vestigio de temor. No hay más. ¿A quién eres incapaz de Amar…? Sea a quien sea, no lo rehúyas, todo lo contrario, enfréntate, con la mirada limpia, hasta que desaparezca el temor y se equilibre la pasión. Elije siempre el AMOR.

Nº 70 - Reencuentro

Anochecía en la playa
mientras…
un crudo silencio embargaba.
Presentí aquella noche,
la noche más larga.
Busqué con desesperación
Acechando…
el recuerdo de tu voz.
Luché por deshacerme
de este miedo atroz.
Caminé con paso firme
atenuando la desdicha.
No concibo ya la vida
sino en tu compañía.
Una luz me deslumbró,
era un barco a lo lejos.
La pesadumbre caducó
dejando un rastro añejo.
Sobre la arena cálida,
me mantuve esperanzada.
Conseguí cruzar nuestra mirada
y derrotar toda añoranza.
Sentí tu mano tierna,
posarse en mi cara.
Supe que sería eterna…
tu mirada enamorada.



Mensaje: Como dice Anne y Daniel Meurois-Givaudan, las fuerzas y las verdades de la vida, se infiltran por sí solas en cada persona, en cuanto ésta abre sus puertas. Mientras mantenemos las puertas cerradas, nada puede penetrar, ni siquiera el aire. Al abrirlas, extendemos nuestra mano a lo siguiente. ¡Qué gran paso!

Nº 71 - Volar

Elevo la mirada
de la pronta gloria,
para observar
como se materializa
el insondable evento,
y aprender a volar…
Creo haber sabido
encontrar entre el salino,
la certeza de lo divino,
de lo etéreo
y de lo magnífico,
que es la voluntad de amar.
Y volar a voluntad…
Poder opinar
y saber discernir,
entre aquello
que me acerca a ti.
Y por fin volar…
Volar a voluntad.



Mensajes: Nacemos desnudos, y cuando nos vamos, no llevamos con nosotros ni siquiera el cuerpo. Volar, es sinónimo de libertad en toda su extensión, lo contrario es esclavitud, qué más da que sea de ti mism@, ¿vives para ti o para los demás..? ¿Alguien va a sentir por ti…?

Nº 72 - Crujidos

Crujió…
la fusta de mi ventana,
esa puerta…
otrora oxidada,
que por fin conseguí abrir.
Crujieron también,
las ruedas reventadas,
de ese coche desvencijado,
que blandiendo…
al fin arrancó.
Crujió la calma,
crujió el silencio,
hasta toda mi alma,
se alertó, cuando crujió.
Fue en ese preciso instante,
cuando al ponerme en marcha,
soltando todas las armas,
mi impaciencia voló.
Se esfumó,
crujiendo de vieja y caduca,
entre miradas perplejas,
que poco acostumbradas,
sólo sabían decir no.
Restauré,
los lacerantes crujidos,
elevé atónita todos los sentidos,
y al acariciarte…
soñé…
Con mi vestido renovado,
planchado y perfumado,
emprendí mi camino,
saboreando…
paso a paso,
todo aquello que el destino
moldeó para mí.
Me alarmé,
de nuevo escuché un crujido,
ese recuerdo perecido,
ahora ya desconocido,
separado y ajeno a mí.
Comprobé…
eran mis zapatos,
Impolutos y enamorados,
que oportunos,
sólo…
me quisieron advertir.
Crujían de nuevos,
de bellos y adaptados,
de alegres y desenfadados,
dispuestos a explorar…
éste…
nuestro mundo sin fin.
Y así, crujido tras crujido,
atenta a todos los sonidos,
abierta a los mensajes,
de esos…
los divinos crujidos
me alimenté y crecí.




Mensaje: Elevar nuestra conciencia, es proporcional a fallecer como aquello que éramos y eso provoca que podamos sentir un vacío de identidad. Si la sensación persiste y ya no estás a gusto con tu nombre, renuévatelo. Cambia tu aspecto. Arriésgate. Sé osado. No tienes nada de qué avergonzarte.